Control en medio del caos

Fotos de Eduard Serra y Raphael Salazar


Por Esther Arjona

Ocho cuerpos agrupados en medio del escenario dan la impresión de ser una masa única. Aunque hay movimiento, ninguno deja de ser parte de ese organismo que cambia de forma: se asoma una cabeza, una pierna se escurre hacia un lado, otro se aleja y es halado para ocupar de vuelta su espacio original.

La luz frontal hace que detallemos rostros, brazos, piernas, torsos. Luego, una luz desde el fondo aporta profundidad y nos lleva a ver las siluetas en movimiento a través del humo. La música acompaña el movimiento de ese organismo que no deja de moverse, a un ritmo continuo pero sereno.

Equilibrio es el nombre de la obra, co-creación de Sharon Fridman (España) y Fundación Espacio Creativo (Panamá), ganadora del fondo Iberescena, que se presentó en el escenario del Teatro Nacional el lunes 10 de octubre. Fue creada especialmente para la undécima edición de PRISMAFestival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá.

Los bailarines panameños Moisés García, Paulina Hernández, Carla Lozano, Joameth Manzané, Nelly Mosquera, Ida Obediente, Carolina Figueiredo y Leonardo Bermúdez fueron seleccionados por Fridman para participar en un taller con una duración de cinco semanas.

Esta residencia comienza con entrenamientos en la práctica INA nombre de la madre de Fridman, creada por el bailarín y coreógrafo, y basada en su investigación sobre las capacidades de los cuerpos y su relación con otros; los nudos, la respiración común, el balance y el centro de gravedad; inquietudes que nacieron debido a la condición de su madre, quien sufre del síndrome de Arnold Chiari.

«Poco a poco vas generando todo un universo de muchísima información, de ocho diferentes individuos que van desarrollando dentro de un espacio que es su núcleo diferentes capas. ¿Para qué crear capas? Para poder decir aquí es donde me rompí, y poder quitar cuatro capas, volver a este momento, corregirlo y volver a construirse, buscando el control en el caos. De eso trata la obra, de buscar el control en el caos», explicó el bailarín en una entrevista días previos a la presentación. Un concepto complejo y no tan fácil de comprender, reconoce. Pero, ¿es necesario hacerlo?

El ánimo de la música crece y de este organismo se desprenden algunos de sus integrantes, se alejan, pero eventualmente vuelven. Se repiten secuencias, en algunos momentos con movimientos muy uniformes y compactos; en otros, de forma arbitraria. El organismo se mueve y llega hasta la boca del escenario. Se genera un descontrol. El cambio de luces eleva la intensidad. Finalmente vuelve el orden. «Es un organismo que se construye y se deconstruye, que te hace sentir un paisaje de emociones distintas», cuenta Fridman, quien asegura que su «objetivo final es abrir ese paisaje emocional.Que puedan sentir aunque no sepan por qué».



La dramaturgia de la luz

Nota del editor


La puesta en escena de Equilibrio, el 10 de octubre de 2022, en la tercera noche de funciones de sala del festival PRISMA en su edición número once, quedará en la memoria del público asistente por sus múltiples virtudes coreográficas, dancísticas y sonoras; pero el diseño de luces merece comentario aparte. Citamos, casi íntegras, unas notas de voz solicitadas sobre el particular a Alex Mariscal, corpoESCRITOR de este blog, actor, director y dramaturgo panameño, que testimonian lo ocurrido en el Teatro Nacional frente a un público hipnotizado por una impresionante propuesta lumínica:

Muchas veces en artes escénicas...


«Si no hay luz, no existe objeto. Esto es, si no vemos, no hay nada... Entonces la luz lo que permite, en general, es darle foco, darle atención a lo que el diseñador, o el director, o el coreógrafo quiere que veamos. La mayoría de las puestas utilizan un diseño de la luz que apoya o contradice la sensorialidad que quiere transmitirnos un determinado espectáculo. La luz aumenta, enfatiza una sensorialidad, digamos, de tristeza o alegría, gracias a las temperaturas que es capaz de ofrecernos.


»En el caso de Equilibrio, la luz no solamante enfatiza la sensorialidad, sino que construye espacios. Parte del espacio real y transforma, desde la ficción que se construye, varios otros; de tal manera que uno ve cuerpos que están dentro, cuerpos que están fuera, o partes del cuerpo que están dentro y partes que están fuera, y cada uno de esos momentos crea sensorialidades totalmente diferentes.


»La dramaturgia de la luz aquí [en Equilibrio] diseña espacio, lo delimita y nos detona una multiplicidad de significados, más allá del movimiento que se está realizando en escena. La luz nos saca de la realidad del espacio convencional del Teatro Nacional, de esa gran caja, y, dentro de la particular historia que se está contanto, construye, insisto, nuevos campos visuales. Lo que afecta el estilo de la puesta y la vuelve una especie de sueño, de manifestación de lo fantástico».


¡Enhorabuena!

 


FICHA TÉCNICA. Pulsar la imagen:

Este blog se edita con el apoyo de


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los límites del cuerpo en la danza

Hidden: «el retorno de lo reprimido»